Las bebidas energéticas contienen grandes cantidades de cafeína. A parte de la cafeína suelen llevar carbohidratos; aminoácidos como la taurina y l-carnitina; hierbas como la guaraná y el ginseng; vitaminas y proteínas. Todos estos componentes y, sobre todo, la cafeína hacen que la bebida tenga un efecto estimulante.
No hay que confundir las bebidas energéticas con las bebidas isotónicas o deportivas. Las bebidas isotónicas o deportivas son las que tienen la capacidad de hidratar, ayudando a reponer líquidos, electrolitos y energía perdidos durante un esfuerzo prolongado; mientras que las bebidas energéticas solo producen un efecto estimulante por la gran cantidad de cafeína que contienen.
Los refrescos tienen una media aproximadamente de 35 miligramos de cafeína por cada 33 cl. El café entre 40 y 100 miligramos por taza. Y las bebidas energéticas pueden tener de 100 a 250 miligramos por cada 33 cl.
Las bebidas energéticas no deben de tomarse ni antes ni durante ni después de realizar un ejercicio físico porque pueden producir deshidratación por la gran cantidad de cafeína y azucares que contienen y la no reposición del agua y los minerales perdidos. Tampoco deben de tomarse con bebidas alcohólicas porque el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y la cafeína es un estimulante; por tanto, combinar alcohol y cafeína puede producir una falsa percepción de que no se está borracho y llegar a beber más, afectando a la capacidad para tomar decisiones.
En el etiquetado es obligatorio que aparezca la cafeína utilizada como aroma. Si el producto contiene más de 150 mg/litro de cafeína, la legislación obliga a añadir la leyenda “contenido elevado de cafeína” seguida de la cantidad en mg/litro.
¿Cuánta cafeína puedo tomar?
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) la cantidad de cafeína que se puede tomar sin riesgos es:
Para los adultos: las dosis únicas de cafeína de hasta 200 mg (en torno a 3 mg por kilo de peso corporal (mg/kg pc) procedentes de todas las fuentes no presentan problemas de seguridad para la población adulta sana general. La misma cantidad de cafeína no suscita preocupación en cuanto a su seguridad si se consume menos de dos horas antes de realizar ejercicio físico intenso en condiciones ambientales normales. No hay estudios disponibles sobre los efectos en embarazadas o personas de mediana edad y de edad avanzada sometidas a un ejercicio físico intenso.
Las dosis únicas de 100 mg (alrededor de 1,4 mg/kg peso corporal) de cafeína pueden afectar a la duración y a los patrones de calidad del sueño en algunos adultos, especialmente si se consumen antes de acostarse.
Las ingestas de cafeína de hasta 400 mg al día (alrededor de 5,7 mg/kg peso corporal al día) consumida a lo largo del día no tienen efectos perjudiciales para la salud de los adultos en la población general, excepto en el caso de las embarazadas.
Mujeres embarazadas / lactantes: las ingestas de cafeína procedentes de todas las fuentes de hasta 200 mg al día consumidas a lo largo del día no tienen efectos perjudiciales para la salud del feto.
Niños y adolescentes: las dosis únicas de cafeína que se considera que no supongan efectos perjudiciales para los adultos (3 mg/kg peso corporal al día) también se pueden aplicar a los niños, ya que el ritmo al que los niños y adolescentes procesan la cafeína es, como mínimo, el mismo que el de los adultos, y los estudios disponibles sobre los efectos agudos de la cafeína en la ansiedad y el comportamiento de los niños y adolescentes confirman este nivel.
¿Cuáles son los efectos de la cafeína en el organismo?
El cuerpo humano absorbe rápida y completamente la cafeína si se ingiere por vía oral. Los efectos estimulantes de la cafeína comienzan a hacer su efecto desde los 15 minutos hasta los 30 minutos después de su ingestión.
En adultos sanos la cafeína empieza a perder sus efectos estimulantes entre las dos y las ocho horas después de su ingestión. Esta diferencia en la duración de los efectos viene en función de varios factores: edad, peso, embarazo, medicamentos que se esté tomando y el estado del hígado.
El efecto estimulante de la cafeína no es el único, también tiene otros efectos sobre el organismo que hay que tener en cuenta, como:
- El efecto diurético. Hace que se orine más, eliminando más agua y sal.
- El aumento de ácido en el estómago, produciendo a veces malestar estomacal o acidez.
- Puede entorpecer la absorción de calcio en el cuerpo.
- Aumenta la presión arterial.
¿Cuáles son los riesgos de consumir demasiada cafeína?
Si se consume habitualmente más de la dosis máxima recomendada al día puede causar problemas de salud, como:
- Ansiedad.
- Nerviosismo y temblores.
- Insomnio.
- Mareos.
- Dolores de cabeza.
- Falta de concentración.
- Deshidratación.
- Presión arterial alta y problemas cardiovasculares.
- Taquicardias.
- En los niños puede producir un comportamiento anormal, producido por la falta de sueño, la ansiedad y el nerviosismo.
- En las mujeres embarazadas puede producir un retraso en el crecimiento del feto.
Además de la cafeína las bebidas energéticas también contienen azucares y otros componentes que pueden causar obesidad o diabetes.
¿Cuándo hay que consultar con el médico?
En algunos casos se debe de evitar o limitar el consumo de cafeína y, por tanto, bebidas energéticas, especialmente en niños, adolescentes y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Se debe de consultar con el médico cuando:
- Está embarazada o está amamantando.
- Tiene problemas del sueño.
- Tiene migrañas u otros dolores de cabeza crónicos.
- Tiene ansiedad.
- Tiene reflujo gastroesofágico o úlcera.
- Tiene taquicardias.
- Tiene presión arterial alta.
- Tiene problemas cardiovasculares.
- Toma ciertos medicamentos o suplementos (estimulantes, antibióticos, medicamentos para el asma y medicamentos para el corazón, etc.).
- Es un niño o adolescente. Pueden ser más sensibles a los efectos de la cafeína.