El alcohol es un líquido incoloro, inflamable y soluble en agua que se encuentra en las bebidas alcohólicas. Se produce por la fermentación de azúcares y almidones por medio de levadura. Y produce 7 kilocalorías por gramo, pero son calorías vacías porque no aportan ningún nutriente.
Las bebidas alcohólicas se pueden elaborar a través de la fermentación alcohólica y por medio de la destilación. Las bebidas producidas por fermentación alcohólica son el vino, la cerveza, la sidra, etc. Y las producidas por destilación son los licores y aguardientes, como el brandy, el whisky, el ron, el tequila, el vodka, la ginebra, etc.
Graduación alcohólica
La cantidad de alcohol de una bebida se mide por el volumen de alcohol que contenga o por su grado de alcohol. El volumen de alcohol es el contenido de alcohol absoluto en 100 cc, o sea, si una cerveza tiene 5,4% Vol quiere decir que el 5,4 por ciento de su contenido es alcohol absoluto. Y si viene expresada la cantidad de alcohol en grados, por ejemplo 5,4 º, quiere decir que 5,4 cc de cada 100 cc de cerveza es alcohol puro.
Las bebidas producidas por destilación suelen tener más cantidad de alcohol que las producidas por fermentación.
Consecuencias del consumo de bebidas alcohólicas
En el organismo el alcohol produce una ralentización de la actividad del sistema nervioso central. Puede cambiar el estado de ánimo, el comportamiento y la coordinación.
Varias investigaciones han demostrado que el consumo excesivo y prolongado del alcohol causa enfermedades del hígado como la cirrosis y la hepatitis, pérdida de la memoria, úlceras, anemia, coagulación defectuosa, enfermedades cardiacas, deterioro de la función sexual, malnutrición, depresión, cáncer y daños cerebrales.
También se ha demostrado que tomar alcohol durante el embarazo puede provocar abortos, partos prematuros, graves defectos de nacimiento y muerte prenatal. Además, puede verse afectado el feto por los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF). Estos trastornos pueden afectar al niño de por vida y pueden ser:
- Características faciales anormales, como por ejemplo: surco menos marcado entre la nariz y el labio superior; cabeza y maxilar superior de tamaño pequeño; ojos pequeños y rasgados; oídos deformes; nariz plana, corta y respingada; párpados superiores caídos; estatura más baja del promedio; bajo peso corporal, etc.
- Disminución del tono muscular y mala coordinación.
- Hiperactividad.
- Nerviosismo extremo.
- Dificultad para prestar atención.
- Mala memoria.
- Dificultades de aprendizaje.
- Retrasos en el habla y el lenguaje.
- Problemas de conducta.
- Discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo.
- Capacidad de razonamiento y juicio deficientes.
- Problemas de succión y dificultades para dormir en los bebés.
- Problemas de audición y de visión.
- Problemas del corazón, los riñones o los huesos.
Las personas que no beben alcohol no deberían de empezar a beber alcohol y si se consume alcohol deberá hacerse con moderación.